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En Abellan Pintors queremos comenzar el año haciendo un llamamiento. Nos gustaría transmitir la problemática con la que nos encontramos en la mayoría de pequeñas empresas o empresas familiares a la hora de acceder a una obra y/o servicio.

Nos encontramos ante una competencia desleal por parte de numerosas empresas, con precios por debajo de costes y que resultan inalcanzables. ¿Cómo se pueden alcanzar estos precios de escándalo si, ni siquiera, nos permiten cubrir los costes? Se está devaluando nuestro trabajo y lo único que estamos consiguiendo es “Pan para hoy y hambre para mañana”.

Ante esta situación nos planteamos… ¿Por qué esta competencia desleal? ¿A cambio de qué? Tras estudiar el mercado detalladamente hemos llegado a la siguiente conclusión: “Supuestamente a costa de reducir las nóminas de los trabajadores, quitarles los derechos sociales, hacerles trabajar más de 10 horas al día, con salarios pésimos, sin pagas, sin indemnizaciones de despido, bajando la calidad del producto y, por supuesto, sin la garantía de un trabajo profesional”.

De qué sirve entonces que una empresa mantenga año tras año las ISO’s  correspondientes, cuotas de RSE, Pólizas RSC, SPA, Seguros, Formación y Reconocimientos médicos y un largo etc. de documentación exigida casi al 100% para cualquier empresa contratista, ya sea de Industria o de Construcción. De qué sirve si no se está valorando en absoluto a la empresa, al servicio que prestan, a la calidad del producto, las garantías de un trabajo bien hecho, las inversiones en materia de derechos humanos, la formación, tecnología o equipamientos. De qué sirve todo el esfuerzo si acaban rigiéndose por meras tablas comparativas de precios.

¡No sirve para nada! Porque a la hora de valorarte, sólo se van a fijar en el precio!

Otro tema no menos importante y que también nos preocupa enormemente es el caso de los autónomos por módulos, ellos precisan de mucha menos documentación a la hora de ejecutar cualquier tipo de obra y pueden ejercer su trabajo subcontratando a otras personas, de manera que, por supuesto, alcanzan niveles mucho más competitivos en el mercado actual. A modo de ejemplo, todas las sociedades debemos incluir el 21% de IVA a la hora de valorar una obra, ésta es la principal cantidad con la que ellos cuentan como margen para poder competir.

Ésta es la realidad a la que muchos nos enfrentamos día a día. Si valoraran nuestro trabajo desde el punto de vista técnico y profesional y no desde la mera economía podríamos tener la oportunidad de demostrar nuestra valía y nuestro esfuerzo por mantenernos en pie después de muchos años en el sector.

¿Acaso las empresas contratistas están al corriente de que las contrataciones que hacen son bajo estas condiciones? Queremos creer que no, porque de lo contrario, definitivamente, ¡Se han perdido los valores!

Por nuestra parte, nos gustaría reivindicar la competencia honrada y leal. Queremos recuperar los valores que parecen haberse perdido y conseguir de esta manera una competencia justa y con un sector que interactúe de manera digna.